martes, 13 de enero de 2009

El copyright en la práctica cotidiana. Moral del mínimo esfuerzo

Por aprender el tema, he leido el artículo del DR Pedro Rodríguez Rojas por investigar cómo las tecnologías venden que se tendrá éxito académico sin ningún esfuerzo.El nombre de su artículo es ¨La educación en la era tecnogerencial¨.
ERA GERENCIAL: ¿LAEDUCACION NO ES UN NEGOCIO?

La opinion de las bases de sustentación de esta teoría son los estudios realizados en la Escuela de la Investigación Acción, iniciada en los cuarenta por Kurt Lewin, un investigador de oficio y el empresario John Collier y que sería perfeccionada por los aportes de Argyris y Schon , quienes incursionaron en la microsociología a través del estudio de la vida cotidiana. Años después el propio Kurt Lewin fundador de la Escuela de Investigación Acción, realizo fuertes críticas a la tendencia de esta a satisfacer más la demanda de los clientes que a los propios fines del proceso investigativo y la desvinculación de estos estudios con el contexto donde se desarrollan y a las relaciones implícitas o explícitas con el poder. Uno de los principios de esta teoría es que no se puede construir conocimiento científico como si el objeto de estudio fuera una muestra, el investigador forma parte de la realidad a investigar y debe involucrarse en la realidad estudiada, no sólo para la contemplación o descripción fría sino para la acción, fundamentalmente para contribuir en la resolución de problemas.

Pretender estudiar organizaciones sin contextualizar, sin revisar el proceso histórico en el que está inmersa, sin cuestionar su posible generación como producto de imposiciones, actos de violencias enfrentados al proceder moral es convalidarla automáticamente. De esta manera se pudiera estar buscando calidad, eficiencia, productividad en organizaciones donde la mayoría de sus miembros pudieran estar ajenos al proceso total y al producto final de la organización, es decir alienada la percepción del trabajo como un proceso creativo natural del hombre y no solo una obligación para lograr el sustento., incapacitados muchas veces de obtener el producto de la organización en que se desempeñan. En el caso concreto de las instituciones educativas, como otras de carácter socio político y cultural, pudieran estar para contribuir a la reproducción de sociedades donde prima las injusticias y desigualdades y pudieran funcionar bien en sí mismas pero sin capacidad para cuestionar su propio sentido y trascendencia. Para Heidegger (citado por Álvarez):

“La ausencia de pensamiento es un huésped inquietante que se insinúa hoy en todo el mundo. Este huésped inquietante se reconoce no en la estupidez sino en su eficacia: preocupado por el cómo. Y no por el porqué, rebaja la inteligencia a la condición de instrumento, de simple agente de ejecución, y abandona la cuestión del sentido por la brusquedad exclusiva, desenfrenada, incesante de la performance o el rendimiento. Bajo su égida todo funciona, pero con un olvido cada vez mas denso de la destinación o finalidades de este funcionamiento generalizado” (p.105).
Sin la menor duda estas corrientes responden a teorías administrativas para el control de las conductas humanas, para la obtención de los mayores beneficios a quienes dirigen las organizaciones. Tal como lo afirma Mc Gregor, uno de los fundadores de la teoría del desarrollo organizacional: “una administración que tenga éxito depende, no del todo, pero si en grado considerable de la capacidad para predecir y controlar la conducta humana” (1994 P.4). Este autor aclara que la administración y la gerencia son un arte y no una ciencia que utiliza los conocimientos generados por otras ciencias, pero su fin es la actividad práctica y no la construcción teórica. Otro reconocido autor de esta teoría, Peter Senge, en su obra clásica La Quinta Disciplina, desarrolla sus cinco principios (destreza personal, modelos mentales, creación de una visión compartida, disciplina y pensamiento de sistema) insistiendo en la primacía del control y la disciplina Para los teóricos del desarrollo organizacional, toda organización tiene principios, valores , unos ”significados compartidos” que denominan cultura organizacional y cuya asimilación se realiza a través de los principios de la teoría del Aprendizaje Organizacional. Esta cultura es nuevamente percibida como neutra, aséptica, sin tomar en cuenta contextos y que ella reproduce formas sociales de dominación.

-¿DÓNDE ESTAN LA TEORÍAS EDUCATIVAS?

No tenemos la menor duda de que la propagación de este discurso gerencial en la educación, sin discusión y procesamiento tiene que ver con las propias debilidades del sistema educativo que señalamos al inicio y con la muy poca producción teórica y filosófica de la educación y que tradicionalmente lo que ha hecho es a apropiarse de las teorías que han surgido desde la sociología y fundamentalmente de la psicología.

Esto mismo ha sucedido con las Ciencias de la Educación, donde las diversas disciplinas que abordan lo educativo están enfrentadas (psicología, sociología, economía, antropología, lingüística, etnografía, entre otras) y que pretendiendo comprender a la educación, cada una desde sus parcelas, han perdido la unidad del proceso: su sentido. Según Ugas: “El discurso pedagógico no puede seguir siendo un amasijo de saberes artificialmente aglomerados en un corpus teórico llamado Ciencias de la Educación las cuales refieren a un todo sin especificidad...” (1997 p.60)
Además estas “Ciencias” cada una con su “arsenal teórico” y metodológico, estudian en la mayoría de los casos a la educación como un “objeto” de estudio aparte. La mayoría de lo que se conoce como investigación educativa comprende un análisis desde la perspectiva psicologista o sociológica sobre la educación y no en y dentro de la educación. Tal como lo afirma Padrón: “...esos movimientos epistemológicos e innovaciones teóricas han ocurrido desde afuera hacia adentro de la investigación educativa y jamás en sentido inverso” (1996 p.60)

Hasta los años cuarenta del este siglo XX aún no se hablaba de investigación educativa sino de psicopedagogía, y a pesar de los impactos del racionalismo deductivo poperiano, lo cierto es que la investigación educativa se ha quedado anclada al pragmatismo inicial.

Y, ya en la década de los 60, algunas ciencias sociales habían empezado su camino hacia la deducción teórica, de modo que para esa fecha, los únicos productos de corte positivista – mecanicista (al estilo de Viena) estaban en el área de la psicología, la sociología y la educación (...), no puede pasarse por alto el hecho de que la I. E. en conjunto, continúan siendo empírica e inductiva, tanto como podía serlo la más clásica investigación positivista del Círculo de Viena.(iden)
Si bien esto ha venido cambiando, hasta hace pocos años la mayoría de investigadores educativos no eran educadores, o ejerciendo la práctica educativa, no tenían “formación pedagógica”, no estaban formados (en el sentido de capacitados) para la enseñanza. El docente poco reflexiona sobre su trabajo y cuando lo hace parte de las teorías y metodologías de otras ciencias.

A Modo de Conclusión

No pretendemos como lo hemos señalado, desdeñar el discurso de las técnicas gerenciales, de lo que se trata es de no caer en las trampas ideológicas que estos discursos conllevan, y tener claro que el problema educativo no se resuelve sólo con técnicas o instrumentos, que la teoría administrativa así como el uso de las nuevas tecnologías pueden ser elementos e instrumentos válidos y provechosos siempre y cuando se tenga claro previamente un proyecto educativo sustentado filosófica y teóricamente y enmarcado dentro de un proyecto de país que nos permita formar a los hombres. En el discurso gerencial, igual que el discurso del uso de las nuevas tecnologías en su aplicación a la educación, pareciera ser que lo importante es cómo se administra la información y cuáles son las técnicas apropiadas para su apropiación por parte de los estudiantes, quedando sin resolver el qué se enseña y para qué se enseña.
El replanteamiento de una nueva pedagogía para América Latina es una prioridad, no sólo de los Estados Nacionales, sino de sus pobladores. La difícil situación económica y social de la región niega cualquier posibilidad de pensar en el fin de la escolaridad. Por el contrario de lo que se trata es de formular una nueva pedagogía que cumpla con algunos principios mínimos:
1.- Rescatar el saber pedagógico, entendido este como la unificación de “ciencias de la educación” y “saberes específicos” de la practica educativa.
2.- Replantearse una nueva epistemología educativa que parta de la reconstrucción histórica de nuestra propia historia educativa.
3.- Abordar teóricamente la educación pero con categorías y perspectivas epistemológicas propias.
4.- Enfrentar la pragmatización de la educación hoy en marcha con la revolución tecnogerencial.
5.- Defender y promover una conciencia colectiva crítica no dogmática que nos permita construir y fortalecer nuestra identidad frente a la globalización.
6.- Analizar el impacto y la racionalidad de las nuevas tecnologías y el discurso gerencial en la educación.
7.- Replantear el papel de las universidades como centros formadores de docentes.
8.- Valorizar la comunicación versus la información en el proceso educativo.
9.- La difícil tarea de evitar los complejos mesiánicos adjudicados a la educación.
Lo más importante de ésta, nuestra pedagogía, es romper con la amenaza de la generación de “los idiotas informados”, y seguir luchando por que nuestros centros de estudios sean antes que todo espacios donde se ejercite el pensamiento, al decir de J. Novak, donde continuamente se practique “el deporte de pensar”.

www.monografias.com/trabajos40/educacion-era-tecnogerencial/educacion-era-tecnogerencial.shtml

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